En las últimas décadas hemos asistido a un incremento en la concienciación sobre los problemas medioambientales y sociales de la opinión pública mundial en general y la de los países más desarrollados en particular. Es en estos más ricos países donde se concentra la mayor parte de las personas que hacen que el sector turístico sea uno de los más rentables desde el punto de vista económico.
Estas personas con inquietudes sobre cómo afecta nuestra actividad al medio ambiente del planeta, que ha cambiado sus hábitos de consumo con los años, que ahora recicla sus residuos, compra productos de comercio justo o apoya las actividades de ONG que promueven la conservación de los ecosistemas, también demandan un cambio en la forma de entender el turismo. Nace así el llamado turismo sostenible, que intenta compatibilizar el placer de viajar y conocer destinos de todo el mundo con una afección mínima a los ecosistemas y a los hábitos de vida de esos destinos.
Pero la apuesta por fomentar el turismo sostenible es beneficiosa también para los destinos turísticos, sobre todo para aquellos que se han mantenido a salvo del modelo clásico, el que fomenta las grandes infraestructuras (apartamentos, hoteles, aeropuertos y otros equipamientos), con un gran consumo de recursos naturales (agua o tierra cultivable) y con un modelo de contratación de mano de obra local precaria y estacional. Con este modelo, las economías locales no obtienen los beneficios de la actividad turística, que queda muchas veces en manos de grandes empresas y de inversores radicados en los países desarrollados.
Los beneficios que aporta el turismo sostenible a los destinos turísticos son evidentes. En primer lugar, se trata de ofrecer un servicio de mejor calidad, algo que también demanda el turista. Pero lo más importante es que se reduce la huella ecológica y sociocultural de esta actividad: al planificar y gestionar adecuadamente el turismo, calidad ambiental de la zona se mantiene y mejora, lo que revierte en un mayor prestigio del destino y en una mejor proyección de su actividad comercial. Otra ventaja es que los beneficios que reporta la actividad turística se reparten de una forma más equitativa entre los habitantes de la zona.
Y, ¿cómo se puede apostar por el turismo sostenible en nuestro sector? Muchos verán en los traslados privados, taxis o coches con conductor, como un sector contaminante y por ello incompatible con la filosofía en la que se basa el turismo sostenible. Pero el turismo supone movimiento de personas y de sus equipajes, por lo que es inevitable el uso de vehículos. Pero sí que podemos tomar ciertas medidas para minimizar el impacto de la actividad del sector del alquiler de coches con conductor:
- Las centrales de reservas como Taxiberia permiten racionalizar los traslados de los clientes, evitando duplicidades y traslados innecesarios. El uso de minivans permiten traslados de grupos sin renunciar a la comodidad que demandan nuestros clientes.
- Apostar por redes locales de colaboradores significa que los viajes se acortan y se reducen las emisiones, además de aportar riqueza y empleo a las economías locales.
- El uso de vehículos modernos y de alta gama supone una apuesta por la eficiencia energética de los motores, en contraposición a las flotas de vehículos de mayor antigüedad, que son más contaminantes.
- En línea con el punto anterior, en empresas como Taxiberia se está produciendo una paulatina evolución de las flotas hacia modelos híbridos, algo que supone una verdadera apuesta por la sostenibilidad a futuro. El próximo paso será el de los vehículos 100% eléctricos, que nos permitirán reducir enormemente la huella ecológica de nuestra actividad.
Como ven, todos podemos poner nuestro granito de arena en hacer de este un mundo mejor. Basta con intentar aplicar la lógica y apostar por la innovación, algo de lo que siempre se habla, pero que pocas veces se pone en práctica. En Taxiberia al menos lo intentamos, ya que pensamos que es una apuesta por mejorar las condiciones del sector turístico, haciéndolo más rentable, no solo económicamente sino medioambiental y socialmente sostenible.