Cuando necesitamos llamar un taxi para un traslado, sabemos que existen varias formas de hacerlo. En general, la forma de llamar a un taxi depende de dónde nos encontremos: no es lo mismo una gran ciudad o un pueblo pequeño. En las grandes ciudades la oferta es muy amplia y las formas de llamar a un taxi suelen ser variadas. Incluso existen diferencias entre ciudades y también entre diferentes países, cada uno con sus costumbres arraigadas en el tiempo. En el caso de ciudades pequeñas o pueblos, las opciones son menores, pero igual de eficientes. Lo importante para un cliente es que a la hora de afrontar un traslado, la contratación del mismo no se convierta en un problema.
La forma más conocida y más extendida por el mundo es la de llamar la atención del taxista que circula alzando la mano en plena calle. Lo hemos visto millones de veces en las películas y lo vemos a diario en las grandes ciudades. Si el taxi está libre, ya tenemos transporte. Pero para que no haya problemas, tendremos que saber que significan las luces que llevan los taxis en su parte superior. En cada ciudad se usan métodos diferentes, aunque lo habitual es que si llevan una luz verde encendida estén libres y podamos llamarlos.
La otra forma tradicional de tomar un taxi es acudir a una parada de taxis. Son sitios fijos, que normalmente coinciden con lugares de mucho tránsito de personas, como pueden ser aeropuertos, estaciones, centros comerciales, lugares de interés turístico, etc. Veremos una fila de taxis esperando clientes y siempre tendremos que tomar el primero de la fila, que es al que le corresponde el turno para realizar la carrera.
También podemos llamar a un taxi por teléfono. Esta opción es la más usual en ciudades pequeñas y pueblos donde hay pocos taxistas en activo. También en algunos lugares se mantienen teléfonos en las paradas de taxi, a los que los usuarios llaman directamente y le responde el taxista que se encuentra en primer lugar de la fila. Esta práctica es cada vez menos frecuente, desde que aparecieron los teléfonos móviles y los radiotaxis.
Las empresas de radiotaxis surgieron en España en los años 70 y 80. La idea era aunar esfuerzos entre taxistas para mejorar las condiciones de los servicios. La mayoría de los radiotaxis están configurados como cooperativas o asociaciones de taxistas, que buscan de esta manera regular una actividad para evitar el intrusismo ilegal y para ofrecer un mejor servicio al cliente. También hay radiotaxis que son empresas privadas, que cuentan con flotas propias o con taxistas colaboradores. Hay que tener en cuenta que llamar a un radiotaxi puede encarecer una carrera, ya que se normalmente se factura el recorrido desde que el taxi recibe el aviso. De todas formas, es una forma rápida y segura de conseguir un taxi y asegurarse la calidad del servicio. Además ahora, muchos radiotaxis permiten realizar reservas desde internet, lo que les permite atraer a más clientes.
En los últimos años, con la generalización de los teléfonos inteligentes, han aparecido aplicaciones para móviles que nos permiten contratar un servicio desde cualquier parte del mundo, aunque algunas solamente están enfocadas para ciudades concretas. Estas aplicaciones también aportan al cliente seguridad y rapidez y al taxista clientes que pueden realizar el pago mediante tarjeta de crédito a través de su móvil. Existen muchas aplicaciones de este tipo, con características diferentes, cuyo uso se está generalizando sobre todo en grandes macrourbes como Nueva York o Tokio y que van relegando poco a poco a las empresas de radiotaxis.
Por último, hay que citar las centrales de reserva online, como es el caso de Taxiberia, que no están orientadas a la contratación inmediata de un taxi, sino que trabajan más con empresas, agencias de viaje y turoperadores, aseguradoras, etc. Las centrales de reserva online trabajan más con VTCs, o alquiler de coches con conductor, que con los taxis normales. Así, son ideales para traslados de directivos, roadshows, para congresos y eventos o para rutas contratadas a través de agencias de viaje. Son empresas que gestionan traslados más a largo plazo, pero que ofrecen servicios adicionales y de calidad a sus clientes, como pueden ser vehículos de alta gama sin identificativos, disponibilidad horaria ajustada a los horarios de los clientes, chóferes con conocimientos de idiomas, rutas turísticas personalizadas o cobertura total de congresos y eventos.
Como vemos, las formas de conseguir un taxi son muchas y variadas y dependen en gran medida de donde nos hallemos y de las posibilidades técnicas de las que dispongamos en cada momento. Lo importante es que lleguemos a nuestro destino con seguridad y para ello siempre podremos encontrar buenos profesionales del taxi que nos harán la vida más fácil, independientemente de la forma en que los hayamos contactado.