[mt_dropcap style=»1″] L [/mt_dropcap]a Semana Santa es un periodo vacacional para la mayoría de los españoles, pero esta época se vive con especial intensidad y devoción religiosa en muchos lugares de nuestra geografía. Uno de esos lugares es, sin duda, la capital andaluza, Sevilla. Porque la Semana Santa es diferente y especial en Sevilla y atrae la atención del mundo entero por su derroche de sentimiento religioso, estética y arte. Las diferentes Hermandades y Cofradías de Sevilla trabajan durante todo el año para que todas las procesiones que recorren la ciudad durante esta semana discurran con normalidad y sean un éxito como máxima expresión del fervor religioso que mantienen estas instituciones con tanto arraigo en la sociedad sevillana.
Durante la Semana Santa, Sevilla se llena de procesiones, el rito de cada una de las Cofradías y Hermandades que llevan sus veneradas figuras hasta la catedral de la ciudad. Cada procesión, además de una manifestación del fervor religioso de cada uno de los participantes en la misma, tanto dentro como fuera de la procesión, es un acto propio de una riqueza cultural fruto de una tradición centenaria, algo digno de ver y de sentir.
Sería muy largo describir como es una procesión, que elementos la configuran y que personas participan de una u otra manera. También sería muy largo enumerar todos los actos y procesiones que se pueden vivir durante la Semana Santa en una ciudad como Sevilla, que durante esos días se vuelca en vivir plenamente sus tradiciones más queridas y arraigadas en el imaginario colectivo de sus vecinos.
Solamente queremos incidir en la espectacularidad de estos eventos religiosos, en los que cada uno cumple su papel para que el resultado final sea un éxito. Desde el capataz hasta el último costalero, desde los músicos hasta los fieles que cantan saetas desde sus balcones, todos contribuyen a que las procesiones estén cargadas de simbolismo y de una atmósfera electrizante en la que se percibe el fervor religioso como algo tangible, algo propio de los sevillanos desde hace muchos siglos y que se renueva cada año por estas fechas. Sevilla alcanza su jornada de mayor esplendor con la llegada de “la madrugá” del Viernes Santo, la noche en la que realizan su estación de penitencia las Hermandades con más arraigo y popularidad en la capital hispalense: el Silencio, el Gran Poder, la Macarena, la Trianera, el Calvario o los Gitanos.
La Semana Santa de Sevilla es un atractivo turístico diferente, pero un atractivo que sorprende y emociona tanto a creyentes como a no-creyentes. A nadie deja indiferente el fervor que esos días recorre la ciudad, lo que combinado con el carácter de los andaluces, convierte a la Semana Santa sevillana en algo único en el mundo y que bien vale la pena conocer. Por eso desde Taxiberia os animamos a que os acerquéis a la ciudad del Guadalquivir para vivir junto a sus habitantes unas fechas tan especiales. Y como pequeña guía para vivir plenamente esta celebración tan sevillana, os dejamos una infografía que seguro que os resulta se suma utilidad.